La
llegada del día de San Valentín es considerada un motivo de alegría, pues los
enamorados celebran el amor que se tienen. Sin embargo, también puede ser una
fecha que recuerde a los que solteros que no tienen pareja y hacerlos sentir
infelices. San Valentín puede llegar a ser incluso motivo de conflicto y enfado
con su pareja para aquellos que la tienen.
Seguramente tengas una idea preconcebida de cómo
debería ser el día de San Valentín, o más bien de cómo tiene que actuar tu
pareja: los detalles que debería
tener, cómo tiene que recordarte lo mucho que te quiere, etc.
Sin
embargo, aunque a ti te parezca evidente cómo debería actuar tu pareja, quizá él/ella no lo tenga tan claro, o peor
aún, ni siquiera se plantee cómo tiene que celebrar este día contigo.
•
Quizá lo más práctico es que, cuando San Valentín se acerque, llegues a
acuerdos de tu pareja sobre cómo vais a celebrarlo: cuándo os vais a reunir,
qué vais a hacer, si vais a regalaros algo o no, y si así fuera, una cantidad
estimada para el regalo que os parezca razonable, etc. Así evitaréis que alguno
de los dos o ambos os generéis unas expectativas y que luego éstas no se
cumplan, produciendo tristeza o enfado.
•
A lo mejor piensas que esta medida de llegar a acuerdos es poco romántica, y crees que, como tu pareja y tú os
conocéis perfectamente, no es necesario llegar a acuerdos, ya que ambos sabéis
exactamente qué espera el otro y cómo satisfacerlo. Si decidís entonces dejaros
sorprender por el otro, habréis de asumir que quizá las cosas no salgan como
esperabais.
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Si esto llegara a suceder es importante que hagas una reflexión: no hay una
forma estipulada de medir el amor, ni por el dinero gastado en tu regalo, ni por
el tiempo que decide dedicarte, etc. Además, tienes que tener en cuenta que San
Valentín sólo es un día, y que, para hacerte una idea de cómo os queréis tu
pareja y tú, tienes que hacer un balance mucho más amplio.
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Te proponemos que aproveches San Valentín como un buen momento para hacer
memoria de por qué estás con tu pareja, o los momentos tan felices que has
pasado con él/ella, o cómo habéis superado los difíciles, etc. Recordar estas
cosas que, en el día a día, no traemos mucho a la memoria podría ser un buen
ejercicio para hacer con tu pareja este día.
Sobrevivir a San Valentín sin pareja
Es
posible que, no teniendo pareja, el día de San Valentín pase desapercibido para
ti, pero si se trata de una fecha que prevés que te hará sentir mal, te
recomendamos que pongas en marcha estas sugerencias:
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Haz actividades agradables: No tienes por qué pasar el día hundiéndote en tu
tristeza; San Valentín, aún sin pareja, puede ser un día agradable y divertido.
Planea hacer actividades que sabes que te hagan sentir bien; incluso si
hacerlas solo te resulta un problema, puedes quedar con amigos para hacerlas
juntos.
•
Te proponemos que aproveches San Valentín para recordar los motivos que tienes
para sentirte afortunado en la vida: tus logros personales, la cantidad de personas
que te quieren, incluso en lo que concierne al amor: lo afortunado que has sido
por haber compartido tu vida con anteriores parejas aunque aquello acabara.
Es
importante que reflexiones sobre como tener pareja, y sobre todo mantenerla, es
un privilegio. Son muchos los factores que tienen que darse para que una pareja
nazca y se mantenga: atracción mutua, compartir espacios y tiempo, tener
valores similares, etc. Por lo tanto, no creas que todo depende de ti. Y sobre
todo, no creas que para ser feliz es una condición indispensable tener pareja.
Quizá la felicidad, más que la adquisición de aquello que queremos, sea la
forma en que nos enfrentamos a lo que nos sucede cada día.
Roberto Baztarrica
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