9 de febrero de 2014

Mi hijo tiene celos

Muchas son las causas que pueden originar que un niño tenga celos. Algunas de ellas pueden ser una nueva pareja del padre/madre, debido a una enfermedad del hermano…  Sin embargo la causa de celos más relevante es el nacimiento de un hermano. Estas son situaciones  estresantes, a las que el niño tiene que hacer frente y por tanto adaptarse. En ocasiones, este proceso puede resultar complicado y el niño se comporta de una determinada manera, afectando al funcionamiento normal de la vida familiar.

La incorporación de un nuevo individuo a la familia, supone, para el pequeño, la pérdida de afectividad y atención recibida hasta ahora, por lo que puede verse desplazado en cuanto a la relación que tenía con sus progenitores. Hay que entender que los celos son normales y forman parte del proceso de socialización. Cuando el niño percibe, ya sea real o imaginario, que la atención que recibe es menor y que sus necesidades no son atendidas como antes, aparecen los celos. 

Los celos se pueden manifestar de diversas formas:
- El niño desobedece las órdenes de los padres, muestra oposicionismo.
- Niega los errores y culpabilizar al hermano de ello.
- Lleva a cabo conductas para llamar la atención de sus padres, incluso cuando éstos están atendiendo al pequeño. Pueden ser conductas como por ejemplo: pedir que les miren, hacerles continuamente preguntas… 
- Aumento de la frecuencia e intensidad del llanto y de las rabietas. 
- Aparición de conductas regresivas, que son evolutivamente incongruentes con la edad del niño: chuparse el dedo, imitar conductas de bebé...
- Cambios en el patrón de sueño: pueden aparecer pesadillas, dificultades para dormir… Y problemas en la alimentación.
- Problemas físicos: dolores de cabeza, dolores estomacales, vómitos…

¿Qué podemos hacer si nuestro hijo tiene celos de su hermano?
  • Debemos premiar los comportamientos que estén orientados al afecto, atención y los cuidados hacia el hermano.
  • Prestarle atención e ignorar las conductas celotípicas.
  • Dar responsabilidades adaptadas a su edad.
  • Evitar las comparaciones entre hermanos.
  • Evitar cambiar sus rutinas tras la llegada del nuevo miembro de la familia.
  • El castigo es la última alternativa que utilizaremos, e intentando cambiar una conducta incorrecta por una más adecuada
Quizá haya otros problemas secundarios a los celos y que también es conveniente trabajarlos, como la agresividad, la baja autoestima, el bajo rendimiento escolar…

Silvia Abbad - J.A.

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