Muchas son las causas
que pueden originar que un niño tenga celos. Algunas de ellas pueden ser una
nueva pareja del padre/madre, debido a una enfermedad del hermano… Sin embargo la causa de celos más relevante es
el nacimiento de un hermano. Estas son situaciones estresantes, a las que el niño tiene que hacer
frente y por tanto adaptarse. En ocasiones, este proceso puede resultar
complicado y el niño se comporta de una determinada manera, afectando al
funcionamiento normal de la vida familiar.
La incorporación de un
nuevo individuo a la familia, supone, para el pequeño, la pérdida de
afectividad y atención recibida hasta ahora, por lo que puede verse desplazado
en cuanto a la relación que tenía con sus progenitores. Hay que entender que
los celos son normales y forman parte del proceso de socialización. Cuando el
niño percibe, ya sea real o imaginario, que la atención que recibe es menor y
que sus necesidades no son atendidas como antes, aparecen los celos.
Los celos se pueden
manifestar de diversas formas:
- El niño desobedece las órdenes de los padres, muestra
oposicionismo.
- Niega los errores y culpabilizar al hermano de ello.
- Lleva a cabo conductas para llamar la atención de sus padres, incluso cuando éstos están atendiendo al pequeño. Pueden ser conductas como por ejemplo: pedir que les miren, hacerles continuamente preguntas…
- Aumento de la frecuencia e intensidad del llanto y de las rabietas.
- Aparición de conductas regresivas, que son evolutivamente incongruentes con la edad del niño: chuparse el dedo, imitar conductas de bebé...
- Cambios en el patrón de sueño: pueden aparecer pesadillas, dificultades para dormir… Y problemas en la alimentación.
- Problemas físicos: dolores de cabeza, dolores estomacales, vómitos…
- Niega los errores y culpabilizar al hermano de ello.
- Lleva a cabo conductas para llamar la atención de sus padres, incluso cuando éstos están atendiendo al pequeño. Pueden ser conductas como por ejemplo: pedir que les miren, hacerles continuamente preguntas…
- Aumento de la frecuencia e intensidad del llanto y de las rabietas.
- Aparición de conductas regresivas, que son evolutivamente incongruentes con la edad del niño: chuparse el dedo, imitar conductas de bebé...
- Cambios en el patrón de sueño: pueden aparecer pesadillas, dificultades para dormir… Y problemas en la alimentación.
- Problemas físicos: dolores de cabeza, dolores estomacales, vómitos…
¿Qué podemos hacer si
nuestro hijo tiene celos de su hermano?
- Debemos premiar los comportamientos que estén orientados al afecto, atención y los cuidados hacia el hermano.
- Prestarle atención e ignorar las conductas celotípicas.
- Dar responsabilidades adaptadas a su edad.
- Evitar las comparaciones entre hermanos.
- Evitar cambiar sus rutinas tras la llegada del nuevo miembro de la familia.
- El castigo es la última alternativa que utilizaremos, e intentando cambiar una conducta incorrecta por una más adecuada
Silvia Abbad - J.A.
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