¿Alguna vez has intentado dejar de fumar? ¿Te ha resultado
una tarea sencilla? Después de intentarlo, ¿has vuelto a recaer? Es lo normal,
el 80% de las personas que lo intentan tienen recaídas.
Mucha gente fumadora piensa que tiene el control y por lo
tanto podrá dejar de fumar cuando quiera. Sin embargo, si ya lo has intentado
una, dos o varias veces, habrás comprobado que dejar de fumar no es tarea
sencilla. No te desesperes, antes es conveniente saber por qué resulta tan
difícil y por qué tantas personas recaen.
La nicotina es una
sustancia adictiva que, al igual que otras sustancias, genera dependencia, a nivel biológico, mental
y social, como ya explicamos en otro post (http://blog-feeling.blogspot.com.es/2014/01/que-sabes-del-tabaco.html). Esa dependencia genera
un hábito difícil de controlar. Esta sustancia causa sensación de placer, está
asociada a momentos de relajación, tranquilidad y abstracción de sensaciones
desagradables, y ¿quién no quiere sentirse así?
Una vez que una persona empieza a fumar, y a medida que pasa
el tiempo, siente la necesidad de aumentar las dosis de nicotina, por tanto el
número de cigarrillos aumenta, para conseguir el efecto placentero que tenía
antes. Esto se conoce como tolerancia,
de forma que el hábito de fumar se instaura con mayor fuerza y se asocia a más
situaciones.
Cuando una persona decide dejar de fumar, empieza a sentir
síntomas muy desagradables: mareos, cambios de humor, irritabilidad, ansiedad,
cansancio, boca seca... Son los síntomas de la abstinencia. La manera de evitar que aparezcan estos síntomas es
volviendo a fumar, de forma que por un lado se alivian los síntomas, pero por
otro lado volvemos a tener otra vez el problema.
Te damos algunas de las razones más importantes por las que
hay que dejar de fumar:
- Mejora tu salud, tanto física como mental.
- Disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, así como el riesgo de padecer alguna enfermedad pulmonar y cáncer. El cáncer de pulmón y el de mama están muy relacionados con la conducta de fumar.
- Se reduce el envejecimiento prematuro de la piel.
- Mejora tu rendimiento físico, sintiéndote con más energía y vitalidad.
- Mejora de la respiración y problemas derivados, como asma o ronquidos.
- Mejoran los sentidos del gusto y el olfato, mejorando el sabor de las comidas.
- Mejora a la salud de los que están a nuestro alrededor.
En resumen: mejora nuestra calidad de vida y te sentirás más
satisfecho contigo mismo.
Debido al alto porcentaje de recaídas, es bueno tener apoyo
psicológico. Los últimos estudios han demostrado que con ayuda de un
especialista y un tratamiento adecuado, el éxito de dejar de fumar aumenta del
doble.
Silvia Abbad.J.A.
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