30 de julio de 2014

¿Obsesión por estar moren@? Hablamos de Tanorexia

¿Demasiado tiempo al sol? ¿Necesidad de estar cada vez más moreno? ¿Poner en riesgo la salud para conseguir el bronceado deseado? Responder de forma afirmativa a estas preguntas, puede significar que estamos ante un caso de tanorexia.

Pero, ¿qué es la tanorexia? Los profesionales de la salud la describen como un problema psicológico cuyo síntoma principal es, la ansiedad excesiva por estar cada vez más morenos al mismo tiempo que aparece una distorsión perceptiva, es decir, las personas tanoréxicas no se ven tan morenas como realmente están generando en ellas, fuertes sentimientos de frustración e insatisfacción con su propia imagen corporal.

Puede que la adicción al sol te suene demasiada alejada de tu situación o te resulte exagerada, pero cada vez es más frecuente encontrar en las consultas, tanto de psicólogos como de dermatólogos, a personas deseosas de ser ayudadas e impacientes por dejar de ser adictas al sol. Pero hay que señalar que suelen pedir ayuda cuando comienzan a tener muestras evidentes del daño que el sol está causando en su piel como por ejemplo: melanomas o envejecimiento prematuro de la piel (manchas, arrugas…)

A lo largo del tiempo los cánones de belleza van cambiando, pero quizás sea en la  actualidad en la era del consumismo y de la búsqueda constante del placer, donde las consecuencias están siendo más nocivas tanto para la salud física como mental. Aunque este tipo de problemática es más frecuente en mujeres, los hombres no se libran de ser víctimas de su deseo de lucir un magnifico bronceado todos los días del año. Todos deseamos ser más atractivos y creemos, erróneamente, que uno de los caminos es estar muy broceado.

Quizás o estéis preguntando cómo es posible que las personas sigan tomando el sol de forma tan irresponsable y excesiva  a pesar de conocer las desastrosas consecuencias que tiene para su salud. Las investigaciones concluyen que una de las razones es debida a la producción de endorfinas, las cuales generan sensación de placer y felicidad y que dejarían de ser liberadas si no se toma el sol, produciendo el famoso síndrome de abstinencia. Es decir, las personas que son adictas al sol sentirían sensaciones desagradables al dejar de hacerlo por eso continuarían tomando cada vez más y más sol.

Las consecuencias psicológicas son muy importantes. Por lo normal estaríamos hablando de personas con una autoestima muy frágil, con elevados niveles de ansiedad y con pensamientos e ideas irracionales y obsesivas. Y como es de esperar, todo esto acaba interfiriendo en su día a día.

El sol y la radiación ultravioleta tiene unos efectos muy beneficiosos para nuestra salud (mejora nuestro estado de ánimo, ayuda a controlar ciertos problemas de la piel, activa la vitamina D…) pero es necesario protegerse de sus efectos. El uso de cremas protectoras y la exposición controlada y responsable puede ayudarnos a sacar el máximo provecho de sus cualidades pero sin poner en riesgo ni nuestra salud física ni mental.
“Poco sol, poca cena y poca pena, y tendrás salud buena.”

Refrán

Paula Gordillo Montilla

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