El estilo de vida se refiere al comportamiento, actitudes y
hábitos cotidianos, que llevamos a cabo las personas día a día, entre los
cuales encontramos tanto comportamientos saludables como no saludables. Estos
comportamientos los vamos adquiriendo poco a poco desde que somos pequeños
hasta que los convertimos en nuestra forma de vida, por ello el papel de los
padres en la educación para la salud es importante.
Desde hace tiempo se habla de que la
enfermedad no es sólo física, sino que además se incluyen otros factores. La
Organización Mundial de la Salud define que la salud es “el estado de completo
bienestar físico, psíquico y social y no solamente la ausencia de enfermedad”. Así,
para llevar un estilo de vida adecuado no sólo tenemos que cuidarnos
físicamente, sino que también debemos cuidar nuestro bienestar psicológico y
social.
Hábitos poco o nada saludables como el sedentarismo, una
alimentación inadecuada, basada principalmente en la ingesta de grasas y
azúcares, los problemas de sueño, entre otros, nos puede llevar a tener
problemas de salud como la diabetes, sobrepeso, hipertensión arterial, altos
niveles de colesterol en sangre o dolores musculares. Además problemas del
estado de ánimo, autoestima y estrés. Existen estudios que demuestran que
llevar un estilo de vida saludable, a través de nuestro comportamiento, podemos
prevenir en un 80% padecer enfermedades crónicas.
Llevar a cabo conductas saludables implica desarrollar un estilo
de vida saludable que permita nuestro bienestar.
¿Qué podemos hacer para que nuestra calidad de vida mejore?
- Realizar ejercicio físico con frecuencia, al menos durante 45 minutos entre 3 y 5 veces a la semana.
- Tener unos hábitos alimentarios saludables, llevando una dieta sana y equilibrada.
- Tener unos patrones de sueño adecuados, que nos permita descansar.
- Afrontamiento adecuado de las situaciones de estrés.
- Evitación del consumo de sustancias como el alcohol, el tabaco o drogas.
- Acudir a revisiones médicas y adherencia a los tratamientos médicos.
- Fomentar tu autoestima.
- Fomentar las relaciones sociales y dedicarles tiempo.
¡Tener una buena salud física mental
y social está en tus manos!
Silvia Abbad-J.A.
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