Seguro que muchos de vosotros
esperabais el comienzo de las rebajas con ansia y nerviosismo. El momento de
comprar aquello que no os podíais permitir, cambiar el fondo de armario o
simplemente para daros un caprichito.
Ir de compras, esa actividad que
tanto suele gustar, puede ser divertida, emocionante y gratificante para muchas
personas pero también puede convertirse en un gran problema para otras. Nos
referimos a las personas que compran de forma descontrolada, es decir, de los compradores
compulsivos.
Si te detienes a reflexionar sobre el
proceso mental que haces antes de comprar algo verás que primero detectas el
artículo, valoras determinados detalles (precio, utilidad, necesidad…) y tras
esta evaluación decides comprarlo o no. En el caso de los compradores
compulsivos el proceso es mucho más rápido, se sienten atraídos por el producto
y van a caja a pagarlo. Puede que alguno de vosotros haya recordado alguna
ocasión en la que comprasteis de este modo, pero para que se considere que hay
un problema debe ser un estilo de compra habitual y estable.
A pesar de lo que pueda parecer, son
personas que pasan mucho tiempo en las tiendas, gastan grandes cantidades de
dinero llegando incluso a endeudarse y en rara ocasión disfrutan de lo que han
comprado. También se caracterizan por presentar otros problemas como la
ansiedad, déficit en el manejo de sus propias emociones, bajo estado de ánimo o
trastornos de alimentación. En definitiva, son personas que sufren porque a
pesar de que se proponen controlarse, son incapaces.
Aunque sólo afecta en torno a un 6-7%
de la población, tanto hombres como mujeres, se relaciona el periodo de rebajas
con la aparición de nuevos casos. Por eso, te damos algunos consejos para
controlarte cuando vayas de compras:
- Antes:
o Anota en una lista aquellas cosas que
te gustaría comprar, así evitarás cosas innecesarias.
o Diferencia entre necesidades y
caprichos.
o Establece un límite en el gasto (por
artículo o en total). Piensa en tu economía a largo plazo.
- Durante:
o Evita tentaciones. Centros
comerciales, outlet, mercadillos… Ve sólo si necesitas algo específico.
o Valora si a pesar de estar rebajado,
tiene un precio razonable.
o Cuidado con la tarjeta de crédito y
pagos aplazados, es más difícil contabilizar lo que se está gastando.
- Después:
o Guarda los tickets. Puede que cambies
de idea y decidas devolver lo comprado.
o Anota los gastos.
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