Enseñar a nuestros hijos a ser más responsables es una de las
tareas más difíciles que tenemos como padres. Se trata de una tarea que
requiere constancia y paciencia por parte tanto de los niños como de nosotros
mismos. Es una labor que debemos llevar a cabo desde que son pequeños, de esta
forma les ayudaremos a fomentar su autonomía.
En ocasiones nos encontramos padres que refieren que: “mis
hijos no hacen nada en casa”, “si no se lo digo mil veces no me hace caso”, “al
final lo tengo que acabar haciendo yo porque sino…” etc. Problemas como estos
son muy habituales en las familias y los podemos evitar si desde que son
pequeños les enseñamos a que cada uno tiene una serie de tareas en casa.
La responsabilidad de los niños se va a adquirir y
desarrollar progresivamente, en función de la edad y las capacidades de cada
niño. Para ello la presencia de los padres es crucial, ya que ellos son los que
les van a dirigir y dar pautas para que puedan lograrlo.
¿Cómo podemos conseguir que mi hijo tenga responsabilidades?:
- Delegar en nuestro hijo alguna tarea. Para ello debemos dejar claro qué tarea queremos que haga (recoger los juguetes, vestirse solo, poner la mesa, limpiar su habitación…). Las tareas deben estar adaptadas a la edad de cada niño y a sus capacidades.
- La tarea que les vayamos a proponer debe estar explicada de forma clara, exponiendo cuándo y cómo hacerlo. Cuanto más específica sea la tarea mejor. (“mete los juguetes dentro del armario” es más específico “que recoge la habitación”).
- Una forma de aprender cosas nuevas es a través de la imitación. Cuando los niños son pequeños es de utilidad que los padres sean modelos y ellos les imiten a hacer la tarea, para que aprendan la mejor forma de realizarla.
- Después les podemos dar pautas verbales, dando instrucciones, de cómo llevar a cabo la tarea y poco a poco retirar la ayuda.
- Felicitar por el trabajo bien hecho, y en caso que sea necesario dar pautas para próximas ocasiones.
- Dejar que se equivoque, evitando hacer la tarea por él. Hay que tener paciencia. Debemos dejar que aprendan de sus propios errores y sean capaces de solucionarlo.
Pautas que tenemos que tener en cuenta:
- Ambos padres deben estar de acuerdo con las tareas, no debe haber discrepancias, ya que los niños se podrían aprovechar de ello.
- Todos los miembros de la familia deben tener tareas, para que ello no genere discusiones.
- Mostrar confianza en él, dándole mensajes de apoyo, como “sé que puedes hacerlo”.
- Dedicar tiempo para el juego y el disfrute de actividades en familia.
Si dejamos que los niños empiecen a tener cada vez más
responsabilidades estamos favoreciendo su autoestima debido a que se ven
capaces de conseguir hacer cosas “de mayores”.
Silvia Abbad-J.A.
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