La psicología positiva es una disciplina dentro de la
psicología que nos recuerda que la psicología no se centra sólo en el malestar,
la enfermedad de las personas, sino que también trabaja para el bienestar y la
felicidad de ellas. Una definición formal es: “La psicología positiva es una
rama de la psicología, que busca comprender los procesos que subyacen a las
fortalezas y emociones positivas del ser humano”.
M. Seligman, precursor de este enfoque de la psicología,
muestra su interés por trabajar en los aspectos positivos del ser humano, basándose
en estudios científicos. Seligman considera que hasta el momento ha habido un
excesivo interés por parte de la ciencia a estudiar la enfermedad y los problemas
de las personas y cómo ponerles solución. Sin embargo se ha olvidado estudiar cómo
mejorar la calidad de vida, el bienestar. Para el psicólogo, el estudio de la
salud, el bienestar y la felicidad es tan importante que el estudio de la
enfermedad.
La psicología positiva pretende ampliar el foco de interés, sin
dejar de lado el trabajo de los trastornos psicológicos, fijando sus objetivos
en promover cualidades y fortalezas de los seres humanos.
La psicología positiva se interesa por:
-
El bienestar
subjetivo (la "felicidad").
-
Los estados de
ánimo y las emociones positivas: alegría, risa, satisfacción, interés, amor
romántico, elevación, "fluir"...
-
Los placeres
sensoriales, intelectuales y estéticos.
-
Las fortalezas y
las virtudes.
- Prácticas
saludables como el optimismo, la gratitud, la meditación, el ejercicio físico o
la expresión artística.
-
Los intereses,
las habilidades y los logros.
-
Las relaciones
personales positivas.
-
Las instituciones
(educativas, laborales, políticas...) positivas.
-
La transcendencia
y el sentido de la vida.
Un ámbito que trabaja la psicología positiva es la
prevención. Gracias a ella podemos impedir la aparición de problemas y
enfermedades o que el grado de intensidad de éstas sea lo menor posible.
Esta rama de la psicología se encuentra en crecimiento,
por lo que en el futuro todavía tiene que desarrollar instrumentos valiosos y
formas de intervención eficaces. Lo que sí esta claro es que todos podemos ser
felices y mejorar nuestra calidad de vida, independientemente de si tenemos
algún problema o enfermedad.
Silvia Abbad-J.A.
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