30 de junio de 2014

Pedro y el hilo mágico


Pedro era un niño muy vivaracho. Todos le querían: su familia, sus amigos y sus maestros. Pero tenía una debilidad. - ¿Cuál?

Era incapaz de vivir el momento. No había aprendido a disfrutar el proceso de la vida. Cuando estaba en el colegio, soñaba con estar jugando fuera. Cuando estaba jugando soñaba con las vacaciones de verano. Pedro estaba todo el día soñando, sin tomarse el tiempo de saborear los momentos especiales de su vida cotidiana.

Una mañana, Pedro estaba caminando por un bosque cercano a su casa. Al rato, decidió sentarse a descansar en un trecho de hierba y al final se quedó dormido. Tras unos minutos de sueño profundo, oyó a alguien gritar su nombre con voz aguda.

Al abrir los ojos, se sorprendió de ver una mujer de pie a su lado. Debía de tener unos cien años y sus cabellos blancos como la nieve caían sobre su espalda como una apelmazada manta de lana. En la arrugada mano de la mujer había una pequeña pelota mágica con un agujero en su centro, y del agujero colgaba un largo hilo de oro.

La anciana le dijo: "Pedro, este es el hilo de tu vida. Si tiras un poco de él, una hora pasará en cuestión de segundos. Y si tiras con todas tus fuerzas, pasarán meses o incluso años en cuestión de días" Pedro estaba muy excitado por este descubrimiento. "¿Podría quedarme la pelota?", preguntó. La anciana se la entregó.

Al día siguiente, en clase, Pedro se sentía inquieto y aburrido. De pronto recordó su nuevo juguete. Al tirar un poco del hilo dorado, se encontró en su casa jugando en el jardín. Consciente del poder del hilo mágico, se cansó enseguida de ser un colegial y quiso ser adolescente, pensando en la excitación que esa fase de su vida podía traer consigo. Así que tiró una vez más del hilo dorado.

De pronto, ya era un adolescente y tenía una bonita amiga llamada Elisa. Pero Pedro no estaba contento. No había aprendido a disfrutar el presente y a explorar las maravillas de cada etapa de su vida. Así que sacó la pelota y volvió a tirar del hilo, y muchos años pasaron en un solo instante. Ahora se vio transformado en un hombre adulto. Elisa era su esposa y Pedro estaba rodeado de hijos. Pero Pedro reparó en otra cosa. Su pelo, antes negro como el carbón, había empezado a encanecer. Y su madre, a la que tanto quería, se había vuelto vieja y frágil. Pero él seguía sin poder vivir el momento. De modo que una vez más, tiró del hilo mágico y esperó a que se produjeran cambios.

Pedro comprobó que ahora tenía 90 años. Su mata de pelo negro se había vuelto blanca y su bella esposa, vieja también, había muerto unos años atrás. Sus hijos se habían hecho mayores y habían iniciado sus propias vidas lejos de casa. Por primera vez en su vida, Pedro comprendió que no había sabido disfrutar de las maravillas de la vida. Había pasado por la vida a toda prisa, sin pararse a ver todo lo bueno que había en el camino.

Pedro se puso muy triste y decidió ir al bosque donde solía pasear de muchacho para aclarar sus ideas y templar su espíritu. Al adentrarse en el bosque, advirtió que los arbolitos de su niñez se habían convertido en robles imponentes. El bosque mismo era ahora un paraíso natural. Se tumbó en un trecho de hierba y se durmió profundamente.

Al cabo de un minuto, oyó una voz que le llamaba. Alzó los ojos y vio que se trataba nada menos que de la anciana que muchos años atrás le había regalado el hilo mágico. "¿Has disfrutado de mi regalo?", preguntó ella. Pedro no vaciló al responder: "Al principio fue divertido pero ahora odio esa pelota. La vida me ha pasado sin que me enterase, sin poder disfrutarla. Claro que habría habido momentos tristes y momentos estupendos, pero no he tenido oportunidad de experimentar ninguno de los dos. Me siento vacío por dentro. Me he perdido el don de la vida. "Eres un desagradecido, pero igualmente te concederé un último deseo", dijo la anciana. Pedro pensó unos instantes y luego respondió: "Quisiera volver a ser un niño y vivir otra vez la vida". Dicho esto se quedó otra vez dormido.

Pedro volvió a oír una voz que le llamaba y abrió los ojos. ¿Quién podrá ser ahora?, se preguntó. Cuál no sería su sorpresa cuando vio a su madre de pie a su lado. Tenía un aspecto juvenil, saludable y radiante. Pedro comprendió que la extraña mujer del bosque le había concedido el deseo de volver a su niñez.

Ni que decir tiene que Pedro saltó de la cama al momento y empezó a vivir la vida tal como había esperado. Conoció muchos momentos buenos, muchas alegrías y triunfos, pero todo empezó cuando tomó la decisión de no sacrificar el presente por el futuro y empezar a vivir en el ahora.

(Fragmento tomado de "El monje que vendió su Ferrari" Robin S. Sharma)

27 de junio de 2014

Cumplidos Callejeros

¿Os gusta que os digan cosas agradables? ¿Que valoren las cosas buenas que hacéis y tenéis? ... pero ¿Hace cuanto no lo hacéis vosotros por los demás? ¿Cuantas veces habéis tenido la oportunidad y no lo habéis hecho?

A continuación os presentamos un emotivo vídeo, prestad atención...
Se llevó a cabo una estupenda actividad donde personas que se conocían tenían la oportunidad de decirse recíprocamente cosas positivas de cada uno de ellos....


https://www.youtube.com/watch?v=MH-2DCSGnD4
¡Qué importante es comunicarnos!

Nos hace más felices ser agradecidos
La comunicación es la herramienta más bonita que tenemos para relacionarnos.
Si nos gusta que nos valoren... el primer paso es valorar a los demás.
Aprovecha los momentos que te brinda la vida para ser agradecidos.
No dejes pasar el día, sin acercarte a las personas que te rodean.
-Adelante-

Lucía Alonso Pérez

25 de junio de 2014

El jarrón y las piedras

Cierto día un motivador experto estaba dando una conferencia sobre gestión de tiempo a un grupo de personas. Para dejar en claro un punto utilizó un ejemplo que los profesionales jamás olvidaran.

De pie frente al auditorio de gente muy exitosa dijo: Quiero hacerles un pequeño examen...

De debajo de la mesa sacó un jarrón de vidrio de boca ancha y lo puso sobre la mesa frente a él. Luego sacó una docena de rocas del tamaño de un puño y empezó a colocarlas una por una en el jarrón.
Cuando el jarrón estaba lleno hasta el tope y no podía colocar más piedras preguntó al auditorio: ¿Está lleno este jarrón?
Todos los asistentes dijeron ¡Sí!
Entonces dijo: ¿Están seguros? Y sacó de debajo de la mesa un balde con piedras pequeñas de construcción. Echó un poco de las piedras en el jarrón y lo movió haciendo que las piedras pequeñas se acomoden en el espacio vacío entre las grandes.

Cuando hubo hecho esto preguntó una vez más: ¿Está lleno este jarrón?

Esta vez el auditorio ya suponía lo que vendría y uno de los asistentes dijo en voz alta: “Probablemente no”.

Muy bien contestó el expositor. Sacó de debajo de la mesa un balde lleno de arena y empezó a echarlo en el jarrón. La arena se acomodó en el espacio entre las piedras grandes y las pequeñas.
Una vez más pregunto al grupo: ¿Está lleno este jarrón?
Esta vez varias personas respondieron a coro: ¡No!


Una vez más el expositor dijo: ¡Muy bien! luego sacó una jarra llena de agua y echó agua al jarrón con piedras hasta que estuvo lleno hasta el borde mismo. Cuando terminó, miro al auditorio y preguntó: ¿Cual creen que es la enseñanza de esta pequeña demostración?

Uno de los espectadores levantó la mano y dijo: La enseñanza es que no importa como de lleno esté tu horario, si de verdad lo intentas, siempre podrás incluir más cosas.

¡No! replicó el expositor, esa no es la enseñanza.

La enseñanza es que si no pones las piedras grandes primero, no podrás ponerlas en ningún otro momento.

-Historia popular-

21 de junio de 2014

El extraño problema

Un gran maestro y un guardián compartían la administración de un monasterio zen. Cierto día el guardián murió, y había que sustituirlo. El gran maestro reunió a todos sus discípulos, para escoger a quien tendría ese honor. 
"Voy a presentaros un problema, dijo-. Aquel que lo resuelva primero será el nuevo guardián del templo". Trajo al centro de la sala un banco, puso sobre este un enorme y hermoso florero de porcelana con una hermosa rosa y señaló: "Este es el problema".

Los discípulos contemplaban perplejos lo que veían: los diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y elegancia de la flor... ¿Qué representaba aquello? ¿Qué hacer? ¿Cuál era el enigma? Todos estaban paralizados. Después de algunos minutos, un alumno se levanto, miró al maestro y a los demás discípulos, caminó hacia el vaso con determinación y lo tiró al suelo.


"Usted es el nuevo guardián -le dijo el gran maestro, y explicó-: Yo fui muy claro, les dije que estaban delante de un problema. No importa qué tan bellos y fascinantes sean, los problemas tienen que ser resueltos. Puede tratarse de un vaso de porcelana muy raro, un bello amor que ya no tiene sentido, un camino que debemos abandonar pero que insistimos en recorrer porque nos trae comodidades.
Sólo existe una forma de lidiar con los problemas: atacarlos de frente. 
En esos momentos no podemos tener piedad, ni dejarnos tentar por el lado fascinante que cualquier conflicto lleva consigo".

Reflexión:
Cuando tenemos un problema, normalmente, nos dedicamos a darle vueltas una y otra vez. También solemos comparar nuestros problemas con los de los demás y decimos.- "Su problema no es importante, el mío es mucho peor"
Es decir, solemos tomar la postura de regodearnos en el problema y rara vez intentamos ponerle solución. Así que, ¿estás preparado para enfrentarte a tus problemas?


18 de junio de 2014

Las 10 cosas... QUE NOS HACEN FELIZ


1.        Estar rodeados de amigos

Compartir tiempo con nuestras personas queridas es clave para ser feliz. Cuidemos de nuestras amistades y estaremos invirtiendo en nuestra felicidad.

2.      Hacer cosas que nos gustan

Emplear nuestro tiempo en cosas que nos resultan agradables y gratificantes es imprescindible para ser feliz. ¡No dejes de lado tus aficiones y hobbies!

3.      Tener un proyecto de vida

Si tienes metas y las persigues te sentirás mucho más satisfecho contigo mismo y con la vida en general. Decide lo que quieres hacer con tu vida y ponte manos a la obra.

4.     Hacer deporte

Cuando hacemos deporte liberamos sustancias en nuestro cuerpo que nos hacen sentir muy bien. Si tu objetivo es la felicidad, el deporte debe formar parte de tu día a día.

5.      Saber gestionar nuestras emociones

A veces sufrimos porque nos dejarnos arrastrar por las emociones pero si por el contrario, aprendemos a aceptarlas y gestionarlas estaremos mucho más cerca de la felicidad.

6.     Ayudar a los demás

Cuando dedicamos parte de nuestro tiempo a hacer algo por los demás, la gratificación que nos produce es mucho mayor al esfuerzo que empleamos. No lo pienses más y regala parte de tu tiempo a los demás.

7.      Sentirnos queridos

Si hay algo que nos gusta es sentirnos queridos, que los demás den muestras de afecto hacia nosotros, que nos abracen, que nos besen, que nos cuiden y estén  pendientes de nosotros. De la misma manera, si nosotros mandamos muestras de cariño a nuestros seres queridos nuestra felicidad aumenta.

Así, tanto dar como recibir cariño nos hace felices.

8.      Que nos feliciten por el trabajo bien hecho

Llevar a cabo un trabajo y que nos feliciten por ello nos hace sentirnos orgullosos de nosotros mismos y es un motivo más por el que nos sentimos felices, y además nos hace el día más llevadero. Y si no tienes a nadie que te felicite, ¡hazlo tu mismo!

9.     ¡Reír!

Ser capaz de ver el lado amable y divertido de nuestra vida, relativizando los pequeños obstáculos que nos vamos encontrando nos acerca a la felicidad. ¡Aprende a reírte de ti y a hacer reír a los demás!

10.  Ser agradecidos

Centrarnos en las cosas buenas que tenemos y dar gracias por ello nos ayuda a estar más felices y satisfechos porque cuando tomamos la gratitud como una actitud ante la vida, alargamos nuestros momentos de alegría y de optimismo.

 

Equipo Feeling

17 de junio de 2014

Y tu, ¿Fluyes?

¿Has oído hablar de la palabra “fluir” o el “flow”? Desde hace un tiempo es un término que se ha puesto de moda y que se ha convertido en un objetivo por parte de muchas personas. Pero, ¿Qué significa fluir? O ¿Por qué merece la pena intentarlo?

Lo primero que debemos entender es a qué nos referimos cuando hablamos de fluir. Esta experiencia se define como un estado óptimo en el que la persona está absorta en una actividad en la que utiliza todas sus habilidades, pierde la noción del tiempo y experimenta una gran satisfacción. (Csikszentmihalyi, M)

¿Qué beneficios nos aporta el “fluir”?

  • Nos ayuda a organizarnos mejor para poder dedicar más tiempo a actividades que nos resultan realmente gratificantes y que contribuyen a nuestro crecimiento personal. Somos capaces de reservar el tiempo necesario para hacer aquello que nos hace feliz.
  • Somos más libres. Tener diversos intereses y dedicarles toda nuestra energía a ellos, nos libera de las presiones por parte de los demás o de nosotros mismos. Nos convertimos en personas más independientes y autónomas.
  • Necesitamos menos de los demás o de las circunstancias. Cuando somos capaces de disfrutar de cada actividad o tarea que tenemos que hacer, somos capaces de proporcionarnos una vida plena a nosotros mismos. No necesitamos buscar fuera, lo que hemos encontrado dentro de nosotros.
  • Mejora nuestro rendimiento. Cuando estamos fluyendo somos mucho más productivos y nuestro rendimiento es mucho mayor.
  • Nos damos cuenta de todos los detalles, somos más curiosos. Al prestar maás atención a las cosas vamos descubriendo aspectos que antes desconocíamos y eso nos despierta la curiosidad para seguir indagando.
  • Toleramos mejor el estrés. Al estar inmersos en lo que hacemos el estrés es mucho más fácil de soportar ya que a pesar de estar experimentando una emoción negativa, la motivación nos impulsa a seguir con nuestra tarea.
  • Aumenta la autoestima. Como hemos visto, el estado de fluir contribuye a nuestra felicidad y repercute en nuestro desempeño. El tener presente todas esas situaciones nos ayuda a querernos más y a estar más satisfechos con nosotros mismos.
  • Nos ayuda a cultivar nuestras fortalezas. El fluir nos permite mejorar en cada una de nuestras habilidades. 

Trucos que  favorecen  el “fluir”

  • Acostúmbrate a hacer las cosas lo mejor posible poniendo en marcha todas tus habilidades.
  • Despierta tu curiosidad y entusiasmo para hacer actividades que realmente te gustan. Seguro que hay una larga lista de cosas que llevas mucho tiempo deseando probar, ahora es el momento para probar y encontrar cosas que te hagan feliz.
  • Ejercita el músculo de la atención. Es esencial estar atentos en lo que hacemos para poder fluir por eso te animamos a que te esfuerces y que intentes centrar tu atención lo máximo posible. Al principio es normal que te cueste pero si tienes paciencia podrás dirigir tu atención donde quieras y por largos periodos de tiempo.

No todos tenemos la capacidad para fluir igualmente desarrollada y es normal que en algunas actividades experimentemos esta sensación mientras que otras nos parezcan aburridas, difíciles o desagradables.  Te aconsejamos que lo intentes porque nunca es tarde para aprender a disfrutar de las cosas.  

Paula Gordillo Montilla


12 de junio de 2014

Las 10 cosas... QUE MÁS NOS GUSTAN

1.- Levantarnos por la mañana y sentir que hoy será un buen día.
Esa estupenda sensación que nos anima por la mañana, y nos ayuda a afrontar el día mucho más 
positivos.

2.- Cuidarnos
Sacar tiempo para ocuparnos de nosotros mismos, para darnos algún capricho o simplemente para
hacer cosas que nos sientan bien es muy gratificante. ¡Busca un ratito todos los días para dedicarte a ti!

3.- Simplemente… estar con nuestros amigos.
Los amigos nos acompañan y apoyan a lo largo de la vida, ¡No olvides sacar tiempo para ellos!

4.- Recibir mensajes de ánimo o una invitación en los peores momentos.
Sentir el apoyo de tus seres queridos o hacer actividades agradables en compañía, mejora nuestro 
estado de ánimo y nos ayuda a sentirnos bien.

5.- Cuando los planes acaban siendo espontáneos…
Aunque muchas veces la incertidumbre nos genera miedo, sentimos una especie de atracción hacia ella.
No tener las cosas bajo control, no es opuesto a la diversión.

6.- Tirarnos en el sofá después de un día duro.
Nada mejor que poder disfrutar de unos minutos de tranquilidad después de un largo día, descansando 
el cuerpo y la mente.

7.- Viajar.
Conocer nuevos lugares, llenos de cosas por aprender. Tanto si vas a un rincón desconocido de tu ciudad
como si vas al fin del mundo, seguro que sentirás una gran satisfacción.

8.- Que nos sonrían o nos abracen.
Recibir muestras de cariño es esencial para sentirnos bien. La sonrisa se contagia, si te sonríen seguro
que te sorprendes sonriendo tú también.

9.- Comer y beber bien: Si es en buena compañía… ¡Mejor!
¿Qué hay mejor que tener tiempo para disfrutar de una comida en compañía? ¿Y probar nuevos
productos de otros lugares? ¿Hacer de cocinillas? ¿Tomar algo en una terraza?... 
Nos encanta rodearnos de gente ya que somos seres sociales, y los momentos de comida son los más 
idóneos para ello.

10.- El primer día de vacaciones
El descanso es fundamental en nuestra vida, así que hacer un break en nuestra rutina para hacer 
cosas que nos gustan es muy importante.


                                                                                                                                    Equipo de Feeling

9 de junio de 2014

El amor y sus mitos

Alrededor del amor y las relaciones de pareja hay miles de ideas, unas más acertadas y otras menos pero todas ellas van a influir en nuestra forma de comportarnos, en nuestras expectativas y en nuestros deseos.
Aunque cada persona es diferente y en el tema del amor hay muy pocas verdades universales, hoy os queremos exponer algunos de los mitos que suelen aparecer con mayor frecuencia.

El amor es lo único que se necesita para que la relación funcione. Aunque el amor es un ingrediente esencial, hay otros elementos igual de importantes. Si hay amor pero faltan habilidades para hacer frente a problemas diarios (reparto de tareas, educación de los hijos…), hay problemas para expresar las necesidades y sentimientos, los valores y sueños son diferentes… es muy probable que el amor no sea suficiente. Trabaja por ser cada vez mejor compañero por buscar tu felicidad en la felicidad del otro.

Si no le sale de forma espontánea, no sirve o no es sincero. 
La espontaneidad es un mito muy extendido pero si te paras a reflexionar un poco, para que algo “salga” de forma espontánea es muy probable que se hayan necesitado muchos ensayos más o menos forzados. Por ejemplo: conducir es algo espontáneo pero después de mucho tiempo conduciendo, nos vestimos de forma automática pero tuvimos que aprender a hacerlo… Con los gestos de afecto pasa lo mismo, si no estoy acostumbrado me cuesta más pero no por eso es menos sincero. En vez de criticar cada vez que no hace lo que quieres, reconoce y agradece los gestos que hace que te gustan. El otro se sentirá más animado a seguir comportándose así y tu empezarás a ver todo lo bueno que hay en tu relación.

Si me quiere, debería saber lo que necesito. 
Con el tiempo nos vamos conociendo más pero las necesidades van cambiando. Puede que ahora no le des importancia a cosas que antes si se la dabas o a la inversa, que hayan cambiado tus gustos, intereses… Pero también es posible que lleves mucho tiempo pidiendo lo mismo y nunca llega, quizás la razón sea que no le ha llegado bien el mensaje. Te recomendamos que si necesitas algo lo pidas con dulzura y respeto. Y como en el caso anterior, te centres en todos los puntos fuertes de tu relación porque esto te ayudará a sacar el máximo de ella.

Nuestros problemas se resolverán cuando… Cuando hay problemas rara vez se solucionan cuando hay cambios en nuestras vidas (consigo un trabajo, tenemos un hijo, nos cambiamos de ciudad…) porque los problemas no están causados tanto por la realidad sino por nuestra reacción ante ella. No esperes a que cambien las cosas para disfrutar de tu relación, si consideras que algo no va bien debes intentar ponerle solución y no perder el tiempo mientras sufres y esperas un milagro.

Soy como soy y si me quiere no me pedirá que cambie. Aunque cada uno tenemos derecho a ser como somos, debemos tomar las críticas de nuestra pareja no como un ataque sino como algo que os puede permitir mejorar y avanzar como pareja. No estamos obligados a cambiar pero si al menos estar abiertos a escuchar las necesidades del otro.

¿Te identificas con alguno de ellos? Si es así no te asustes porque estos mitos son muy frecuentes pero si observas que está afectado a tu relación de pareja, te aconsejamos que trabajes para ser más flexible y tolerante. Persigue el cambio siempre que sea posible pero en otras ocasiones tendrás que ceder y aceptar a tu pareja.


Paula Gordillo Montilla

5 de junio de 2014

Desayunar bien influye en nuestra inteligencia

Los niños que toman desayuno tienen una inteligencia superior que sus compañeros que se saltan el desayuno de manera habitual, según una investigación de la University of Pennsylvania School of Nursing.
 
Los investigadores analizaron datos de 1.269 niños de seis años de edad en China, donde el desayuno se valora especialmente, y descubrieron que aquellos que toman desayuno de manera habitual obtienen una puntuación en los test de inteligencia de 4,6 puntos por encima de aquellos que no suelen hacerlo. 
 
En general, los que se saltaban en desayuno puntuaban 5,8 puntos por debajo en el test de inteligencia verbal y 2,5 puntos por debajo en el test de rendimiento.
 
Los investigadores tuvieron en cuenta y controlaron otras variables que podrían haber influido en los resulta dos, como el nivel de ingresos de los padres.
 
Estas diferencias en puntuación no se consideran lo bastante altas como para ser significativas. Sin embargo, nos indican que el desayuno puede ser mucho más importante de lo que algunas personas piensan. Otros estudios han encontrado también algunas relaciones entre los malos hábitos en el desayuno y otros hábitos poco sanos como fumar, tomar alcohol con frecuencia o hacer muy poco ejercicio.
 
Como ya sabemos, el desayuno es la comida más importante del día y por ello debemos tenerla muy en cuenta ya que aporta la energía que aprovecharemos a lo largo del día.

3 de junio de 2014

¿Existen hormonas de la felicidad?

Muchas veces hemos oído hablar sobre que el deporte, la luz… nos hace sentir bien, ya que ponen en marcha las hormonas de la felicidad, pero ¿Sabemos cuáles son, y por qué facilitan nuestro bienestar?

Al realizar ciertas actividades, nuestro cuerpo produce una serie de hormonas, siendo algunas de ellas las encargadas de aumentar nuestro estado de ánimo. Todas aquellas cosas o actividades que nos resultan agradables hacen que produzcan con mayor rapidez, como por ejemplo disfrutar de actividades agradables, ver cosas que nos gustan, logros, la sexualidad, el deporte y algunos productos alimenticios entre otras. Os presentamos algunas de ellas:

Las endorfinas: Son las responsables de producir felicidad 

Son opiáceos naturales de nuestro organismo, pueden llegar a ser 20 veces más potentes que remedios médicos contra el dolor.

Algunas de las funciones de las endorfinas es reducir el dolor, aumentar el buen humor, estabilizar el estado de ánimo, lograr el bienestar personal, mejorar el sistema inmunológico y retrasar el envejecimiento. Además nos genera energía y nos sentimos más estimulados para realizar actividades agradables.

Actividades que aumentan las hormonas: Escuchar música, bailar, pintar, darse un baño, caminar y correr, quedar con los amigos, practicar yoga, hacer ejercicio, tomar el sol, etc. 

La dopamina: Nos generan placer y motivación

La dopamina es una hormona generada por el hipotálamo, y se producen ante estímulos positivos y no ante cosas negativas.

Tiene muchas funciones en el cerebro, influyendo en el comportamiento, la cognición, la actividad motora, la motivación y la recompensa, la regulación de la producción de leche o prolactina, el sueño, el humor, la atención y el aprendizaje.

La motivación promueve la segregación de esta hormona, incrementa nuestra actividad general y la creatividad en la generación de ideas. Es interesante saber que se reduce la producción de dopamina cuando no encontramos beneficio en algo.

La serotonina: Alivia nuestro estado de ánimo

La serotonina es la hormona del humor y de la felicidad. Bloqueando estados de ira, enfado o tristeza.

Destacamos entre sus funciones, la recuperación de un estado de ánimo negativo. Se encarga de regular el sueño, el apetito, la temperatura y el descanso siendo todo ello fundamental para el equilibrio de los sistemas de nuestro cuerpo.

Un factor que aumenta la producción de serotonina es la luz solar.

Lucía Alonso Pérez

1 de junio de 2014

Hábitos inadecuados en la relación de pareja

Una de las actitudes que más deteriora una relación de pareja, es el empeño en intentar que el otro cambie su comportamiento o que sea de una forma que no es. En ocasiones nos obsesionamos con tener el control no sólo de la relación, sino de la persona que está a nuestro lado. Aunque esto en un primer momento nos puede dar buenos resultados, es decir, podemos conseguir lo que pretendemos no es raro que con el tiempo veamos como nuestra relación se va deteriorando.

Algo que hay que tener claro es que todos elegimos nuestros comportamientos y como opcionales que son, podemos cambiarlos. Un hábito puede ser sustituido por otro, al igual que unas emociones pueden ser sustituidas por otras.

Aunque hay muchas formas de intentar controlar a nuestra pareja, hay algunas que son muy comunes. Veamos cuáles son:

  • Las críticas. Normalmente usamos la crítica para pedir un cambio y aunque es totalmente recomendable, debemos aprender a hacerla de forma adecuada. Cuando nos dejamos guiar por conflictos del pasado o del presente, la crítica suele ir cargada de juicios sobre la otra persona, descalificativos o reproches. La crítica constructiva es un instrumento poderosísimo en las relaciones sociales, pero debe ser eso, constructiva.
  • Echar la culpa al otro. Es muy frecuente responsabilizar al otro de los problemas de la relación y cuando hacemos esto nuestra postura es de esperar que el otro cambie, una vez más intentamos controlar a el otro en lugar de intentar ver qué puedo hacer yo por mejorar la situación.
  • Las quejas. La queja debe hacerse sobre hechos puntuales, sin generalizar por ejemplo: “no me llamaste ayer” en lugar de “me ignoras, no te acuerdas ni de llamarme”
  • Los reproches. En rara ocasión el reproche nos va a ayudar a conseguir que la relación mejore, todo lo contrario. Normalmente cuando reprochamos algo lo que pretendemos es que la persona recuerde lo que ya le hemos dicho mil veces o que se dé cuenta de que no es la primera vez que comete el mismo error. Si nuestro objetivo es poner solución a las dificultades cotidianas que se van presentando, podemos encontrar formas mucho más positivas para hacerlo.
  • Y por último, las Amenazas o castigos. Suelen aparecer cuando a nuestro entender nada de lo que hemos intentado da resultado. Intentamos generar miedo en la otra persona para que así haga finalmente aquello que deseamos. Las amenazas y castigos no tienen que ser físicos de hecho estos son los más raros. Hablamos de retirar la palabra, no contestar a los mensajes, anunciar consecuencias… Una vez más, esta estrategia de poco sirve y no olvidemos que si siempre estas castigando a tu pareja pronto te convertirás en algo aversivo para ella.


La relación de pareja como el resto de relaciones no se libra de tener problemas. Debes aprender a hacer frente a ellos de una forma constructiva no destructiva. Si consideras que tu relación está muy deteriorada pero aún tienes esperanzas en ella, te recomendamos que busques la ayuda de un especialista porque a veces es necesario que entre en juego un árbitro que medie, de forma neutral, en el conflicto.


Paula Gordillo Montilla