¿Quién no ha sentido miedo alguna vez? El miedo es una
emoción que experimentamos desde que somos pequeños y que nos acompaña a lo
largo de nuestra vida. Los miedos son una respuesta a algo desconocido o que se
perciben como peligrosas. Podemos expresar el miedo de diferentes maneras:
gritando, nos paralizamos, salir corriendo, sudoración, evitación de una
situación…
Los miedos son adaptativos. Esto quiere decir que si no
tuviéramos miedos no manifestaríamos señales de alarma y por tanto pondríamos
en peligro nuestra seguridad. De esta manera, los miedos nos sirven para
defendernos y estar alerta ante situaciones peligrosas y poder poner en marcha
la respuesta de huída o protección.
Miedos habituales en
niños
Que los niños tengan miedos es normal, ya que muchos de ellos
son evolutivos. Esto quiere decir que durante la etapa infantil hay miedos que
son comunes, y que podemos considerar “normales”, a la mayoría de los niños y
que con el tiempo ellos mismos los van superando. Es importante dotar al niño
de las habilidades necesarias para que pueda hacer frente a estas situaciones y
que su seguridad en sí mismo aumente cada vez más.
- Entre
0 y 1 año: muestran llanto ante estímulos desconocidos, como por ejemplo: los
sonidos. fuertes, las personas extrañas, la separación de los padres, la
oscuridad o los animales.
- Entre
2 y 4 años: muestran temor a los animales, a las personas disfrazadas, miedo a
las tormentas.
- Entre
los 4 y los 6 años: miedo a la oscuridad, a los seres imaginarios, a la
separación de los padres.
- Entre
6 y 9 años: miedo al daño físico, a hacer el ridículo, al colegio.
- Entre
9 y 12 años: miedo al daño físico, a contraer enfermedades, miedo a las
catástrofes, los conflictos entre los padres, a hacer el ridículo, al mal
rendimiento escolar.
- Entre
12 y 18 años: miedos relacionados con la autoestima y las relaciones sociales.
¿Cómo podemos ayudarles
a superarlo?
- No perder la calma. La actitud de los padres es importante a la hora de superar el miedo. Si tú estas nervioso, pondrás a tu hijo más nervioso, ya que las emociones se contagian. Por ello evita enfadarte o ponerle en ridículo.
- Ser comprensivos. Muéstrale tu apoyo y atención sin ser excesivamente protector. Los padres actúan como modelos antes sus hijos, de esta forma el ejemplo les ayudará a superar sus miedos.
- Expresión emocional. Habla con tu hijo acerca de sus miedos y deja que exprese sus emociones, de forma que le ayudará a aliviar sus emociones.
- Fomentar la autoestima. Cuando nuestra autoestima es buena nos resulta más fácil afrontar situaciones difíciles. Con los niños sucede lo mismo. Si un niño tiene una autoestima positiva, la probabilidad de superar el miedo con éxito será mayor.
- Enfrentarse al miedo de forma graduada. Prepara situaciones en las que, de forma graduada, se enfrenta al miedo. Poco a poco podrá comprobar que tiene el control de la situación y que puede superarlo.
- Crea una historia en la que él es el protagonista y se enfrenta al miedo de manera satisfactoria.
Tenemos que tener en cuenta que enfrentándonos a estas
situaciones ponemos en marcha estrategias nos ayudan a cómo enfrentarnos a
futuros problemas, por ello no hay que evitar que nuestro hijo tenga miedos.
Muchos de los miedos de los niños son pasajeros y los van
superando solos, sin embargo, si los miedos persisten en tiempo y aumentan en
intensidad habrá que valorar la intervención de un profesional.
Silvia Abbad-J.A.
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