28 de septiembre de 2014

SÍNDROME DE WENDY


¿Te acuerdas cuando hablamos del Síndrome de Peter Pan? Pues podemos encontrar su opuesto, el Síndrome de Wendy.
Las personas que sufren este síndrome, de las cuales la mayoría son mujeres, necesitan satisfacer las necesidades de otras personas porque se sienten responsables de su bienestar. Algunas de las principales características son:
Elevado perfeccionismo. Cree que es la única persona que puede hacer bien las cosas por eso se esfuerza y emplea mucho tiempo en que las cosas salgan bien.
Excesiva responsabilidad y sentimiento de culpa. Se echa sobre sus hombros un gran número de responsabilidades sintiéndose culpable cuando no las ha podido realizar o cuando ha cometido algún error.
Gran sacrificio. Considera que para demostrar el amor por una persona, debe sacrificarse por ella a pesar de estar cansado o de las consecuencias negativas.
Rechazar el conflicto. No le lleva la contraria nunca a su “protegido” para no discutir y para que no peligre la felicidad del otro. Es capaz de pasar por alto su felicidad, para hacer feliz al otro.
Al igual que en el caso del Síndrome de Peter Pan, la prevención es el mejor remedio. Educar en la igualdad y fortaleciendo la autoestima de nuestros hijos desde que son pequeños, es la clave y el mejor antídoto para evitar este problema.

Paula Gordillo




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